jueves, 23 de enero de 2014

La Fortaleza de la Perla, la novela

La Fortaleza de la Perla, la novela

Esta novela (de 1989) puede considerarse la segunda de la saga, aunque, como se comentó en un post anterior, se escribió en séptimo lugar. Hay ocasiones en las que los personajes hacen referencia a sucesos futuros que se corresponden con novelas anteriores (en su tiempo de escritura, no en la línea temporal del argumento). Si se han leído el resto de libros, resulta muy interesante e incluso divertido.
 
Como principal curiosidad tiene que el punto donde empieza la narración no es justo después de terminar la primera. Al principio de la novela se comentan brevemente algunas cosas que Elric de Melniboné, el protagonista, ha estado haciendo desde que abandonó su reino. Las enumera más que describe, dejando al lector con una sensación algo confusa. Es en momentos como este cuando un lector casual puede desistir de continuar con la obra: se recibe de golpe mucha información incompleta y difícil de asimilar. Lo cual es una lástima por lo interesante que acaba resultando el libro.
 
El argumento es sencillo: Elric, mientras busca la enigmática urbe de Tanelorn, se pierde y acaba en la casi olvidada ciudad de Quarzahasaat, último resto de un gran imperio de la antigüedad. Allí se verá envuelto en las intrigas nobles de sus soberanos, poseedores de una moral lo bastante retorcida para compararse con la de los propios melniboneses (melnibonianos en algunas traducciones). Engañado por uno de ellos, deberá completar con éxito una compleja misión si quiere recuperar su libertad.


Leer la novela sin conocer el primer libro, no es imposible, porque la historia principal es independiente. Pero, y es un problema significativo, condena al lector a perderse las continuas referencias del autor a su primera obra, dificultando entender las preocupaciones de Elric y sus motivaciones. La forma en que describe a los diferentes pueblos y su idiosincrasia es excelente. Destaca toda la explicación sobre el Imperio Quarzahasaat: desde su pasado y presente, la situación política, las cases sociales... hasta su "democracia".   También es destacable la parte de la novela dedicada al mundo onírico: está perfectamente diseñado para ayudar en la progresión del argumento hasta llegar a la conclusión final, resultando sorprendente e interesante.
 
Como valor añadido, en la novela se habla mucho de los ladrones de sueños y deja una puerta abierta a otras novelas sobre el tema. Incluso hay un punto en la obra que te deja una duda importante sobre uno de ellos. Afortunadamente, ya se ha escrito otra novela que permite saber mucho más. Eso sí: los ladrones de sueños dan un poco de rabia. Siempre hablan sugiriendo sin llegar a decir.
 
Otro punto positivo es el trato de los personajes casi principales (peor no secundarios por su importancia): aquellos que aparecen continuamente durante varios capítulos y luego desaparecen. A pesar de ser una constate en toda la saga, sus bien definidos perfiles los convierten en un elemento enriquecedor.

Si me ofreciesen poder cambiar algo de la novela, hay dos puntos que modificaría:

Primero: echo mucho de menos al personaje del Arquero Rojo en este libro. Se habla de él en alguna momento, como reservándolo para ocasiones futuras. Es un personaje que creo complementa muy bien al protagonista, evitando que su limitada visión de las cosas le obligue a actuar siempre igual. Sin embargo, en el tránsito entre un libro y el otro, desaparece. Lo curioso es que desaparece yendo al mismo lugar que Elric. Cosas del guión, supongo.

Segundo: creo que a veces se exagera la inmadurez (o incluso estupidez) del protagonista. Si se es un gran hechicero y emperador de un reino, debería ser capaz de ocuparse de su propia logística o de evitar problemas que se anuncian en carteles gigantes. Claro que eso forma parte del encanto del personaje: una vitalidad que se evapora, una fatalidad permanente y una incapacidad absoluta para evitar que mueran otros.

Un último comentario sobre el libro. Tiene un protagonista inanimado importante al principio: la droga. Desconozco si el autor pretendía transmitir un mensaje al respecto, pero el libro es muy claro: por muy bien que te siente, por mucha energía que te de, al final es algo artificial y tendrá un precio. Real como la vida misma. 

En definitiva, un libro entretenido, interesante, lleno de reflexiones sobre la moral y de fácil lectura. ¡Perfecto para sumergirse en el increíble mundo de los Reinos Jóvenes!.