domingo, 17 de febrero de 2019

Imperial Assault: Reconocimiento Siniestro

Misión I de la campaña El corazón del Imperio.


Comentario de la partida propuesta

La misión consiste en ir a investigar la desaparición de un grupo de agentes de la Rebelión. Hay que infiltrarse en Coruscant, el planeta capital del Imperio, obtener la información y abandonarlo sin ser descubiertos.La misión es rápida (6 turnos). Puede hacerse sin problemas en 90-100 minutos. 

Los jugadores pueden ser incapacitados: solo tienen una acción y únicamente la pueden emplear para moverse. Vamos, que el jugador, aún perdiendo sus puntos de vida dos veces (ser herido primero, derrotado la segunda vez), no se retira del tablero.

Valoración de la misión

- Argumento: 15/20 - La información que te dan (escasa y valiosa) te mete de lleno en la campaña. Además, empieza con el fracaso del grupo anterior. ¡No será fácil tener éxito!. 
- Dificultad: Media. La única dificultad consiste en entender lo urgente que es hablar con los testigos y la actitud (agresiva o huidiza) del jugador imperial en la cafetería.
- Claves (cuidado spoiler): solo hay 6 turnos para contactar con los testigos, asegurar la cafetería y retirarse con la información.


Coruscant: ciudad-planeta, sede del Gobierno del Imperio Galáctico


Comentario rolero


Mi nombre es Jarrod (https://imperial-assault.fandom.com/wiki/Jarrod_Kelvin_(Hero)). Nací en una estación minera cercana al planeta Corellia. Era un lugar pequeño y aburrido, así que cuando conocí a  Ko (https://imperial-assault.fandom.com/wiki/Ko-Tun_Feralo_(Hero)) me faltó tiempo para entrar a formar parte de su equipo. Lo llamo equipo, pero para un extraño somos más bien un circo ambulante. En total somos 5 "personas":
a) La propia Ko: planificadora, aventurera y con una inusitada capacidad para meterse en problemas. Somos amigos, pero tengo claro que no dudará en abandonarme para salvar al resto de equipo. Y por supuesto, reparte las ganancias con justicia.
b) Los hermanos Drokkatta (https://imperial-assault.fandom.com/wiki/Drokkatta_(Hero)) y Gaarkahn (https://imperial-assault.fandom.com/wiki/Gaarkhan_(Hero)). Drok no sale de casa sin su lanzagrandas y cuando dice "corred" lo mejor es hacerlo sin preguntar. En cambio, Gaar lleva una enorme vibrohacha y abre camino: entre puertas, cajas o imperiales. No distingue. Ambos son el músculo del grupo. Alguna vez he visto huir a una banda rival sin llegar a desenfundar.
c) El pequeño J4X-7 (https://imperial-assault.fandom.com/wiki/J4X-7), Amaz para los amigos. Lo he construido yo mismo. Es fiel, obediente y es el único miembro del grupo que me obedece.

Hace 6 días Ko se reunió con una exsenadora de la república que ahora se gana la vida como dentista en un corporación dedicada a... bueno, a cosas de gente con mucho dinero. El encuentro fue en un modesto antro al que se ha de ir armado. Le ofreció pagar el doble de nuestra tarifa estándar como husmeadores (espías, rastreadores, recolectores... lo que sea si fastidia a esos cretinos del Imperio) a cambio de una infiltración. Debíamos trasladarnos al barrio obrero del Sector 14. Allí se había perdido contacto con un grupo de agentes de la Rebelión. Nos facilitó un contacto seguro y adelantó el total de la paga.

Apenas 24 horas más tarde partíamos simulando ser un grupo de mecánicos para pasar unos días de relax en Coruscant. Lástima que las fuerzas de seguridad locales interceptaron nuestras comunicaciones y nos estaban esperando en el punto de aterrizaje. Como tantas veces, nunca sabré si el trío de soldados de asalto y el droide de seguridad tenían órdenes de capturarnos vivos. Apenas descendió la rampa  de la lanzadera que Drok y Gaar ya estaban cargando contra nuestros indeseados enemigos.

Entre explosiones, restos chamuscados de armaduras y los gritos atemorizados de los transeúntes, Ko nos organizó con su habitual eficiencia: los dos wokkies mantenían a raya a nuestros oponentes, incluyendo a una patrulla que intentó rodearnos. Yo conseguí localizar y contactar al asustado contacto que nos esperaba. Un espigado chaval de aspecto desastrado y al borde de un ataque de nervios. 

- ¡Debéis ir a la cafetería! - me indicó a gritos el muchacho.- Allí escondí el pad con la información que necesitáis. Vuestros predecesores estaban investigando un artefacto llamado la Esfera de Bardottan


Cubierto por los disparos de Ko y alguna granada perdida, entré en el local que ya estaba vacío de toda clientela. Pero no de enemigos. Un oficial acompañado por dos soldados antidisturbios revisaba las mesas y barras buscando lo mismo que yo. ¡Necesitábamos proteger mejor nuestras comunicaciones!. 

La repentina aparición de Drok y sus explosivos me permitió llegar hasta donde me había indicado nuestro contacto y recuperar el pad. Se lo entregué a Amaz, que con su habitual eficiencia disparaba su blaster mientras reproducía el archivo de imagen que contenía la tableta. En el video, una jedi vestida como los miembros del desaparecido Consejo Jedi exponía antes sus compañeros (no estaba entre ellos ni Yoda, así que la grabación debía tener más de un siglo de antigüedad) lo importante que era ocultar la Esfera de Bardottan. El artefacto tenía la capacidad de aumentar la conexión entre la Fuerza y un jedi. O un sith. 

Habiendo obtenido lo que buscábamos, emití la señal de retirada. En el exterior, Graak tenía varias heridas y empleaba su vibrohacha para sostenerse mientras se desplazaba. La bolsa de granadas de Drok estaba vacía y Kro no decía nada. La cosa estaba muy mal. Intenté localizar a nuestro contacto, pero no le ví. Preferí pensar que había huido por su cuenta a creer que lo habían capturado. Los imperiales son célebres por sus técnicas interrogatorias.

Nos subimos a la lanzadera y salimos de allí tan rápido que los de mantenimiento tendrán que reponer dos semáforos y volver a pintar la fachada de cinco plantas de un torre cercana. Todavía con la respiración entrecortada recuperé el pad y lo examiné con mi computadora personal: encontré dos archivos hábilmente borrados. ¡Pan comido!. En cinco minutos los recuperé y un par de horas más tarde había roto sus sistemas de protección. Fui a reunirme con mis compañeros y exponerles lo que había descubierto:

- El equipo de agentes rebeldes estaba intentando localizar un artefacto llamado la Esfera de Bardottan. En Corucant, antes de ser descubiertos, obtuvieron 2 pistas. Primero, la dirección de un historiador especializado en ruinas y artefactos de la Fuerza. La típica persona que podría saber algo más. Y segundo, el nombre de un oficial imperial llamado Zaaryn: un chupatintas que ha estado intentando vender información sobre la búsqueda de un misterioso artefacto que está llevando a cabo el Imperio -les informé mientras me iba emocionando.- ¿Creéis que nos pagarán mucho más si conseguimos más información?.

La fuerte risa de los dos wookis mitigó por unos segundos el ruido de los motores que nos alejaban del sistema camino de, espero, una nueva y muy lucrativa misión.

Renata, nuestra servicial nave