lunes, 30 de junio de 2014

¿OFF TOPIC? Los Nuevos Nigromantes

Mucho antes de que AMC pusiera (por enésima vez) de moda a los muertos vivientes, con su Walking Dead o que Telecinco creara su propia legión de zombies descerebrados en el mundo real con sus 18 horas diarias de Sálvame, estas figuras recurrentes de las historias de terror, ya tenían un dueño y amo que se pierde en los orígenes de la historia escrita de la civilización. Me estoy refiriendo al nigromante (o necromante, que practica la necromancia, palabra derivada de necros “muertos” y mancia “adivinación”).

Tal vez el origen de este icono siniestro lo podamos encontrar en la antigua civilización egipcia, con su obsesión con la vida después de la muerte y toda la parafernalia monstruosa y cautivadora de sus monumentos mortuorios y el culto a los dioses que controlaban la otra vida (Ra, Osiris, Horus y decenas de otros mitos, que varían según el período de esta civilización). Posteriormente en la propia Biblia aparece la figura de la Bruja de Endor (no, no salen ositos de peluche en la Biblia, ese es otro Endor), una mujer que habla con el espíritu del difunto profeta Samuel, a petición del rey Saúl.

Posteriormente, tanto en la época anterior a la Edad Media, por parte de la mitología nórdica (ejemplo, la princesa Skuld, que retornaba los guerreros caídos a los campos de batalla), como ya en pleno apogeo de la oscura Europa medieval, empieza a tomar fuerza la figura de un poderoso ente que controlaba las magias oscuras del Más Allá. Y aunque en algunas mitologías pudiera tener un matiz “positivo”, la literatura europea acaba por perfilar lo que en adelante se conocerá como nigromante y que será el responsable de todas las aberraciones que han convivido en la imaginación colectiva de las historias de terror clásicas, con sus muertos vivientes, gouls, momias, espíritus condenados a vagar en la nada, fantasmas, apariciones y en general, con todo aquello que, una vez muerto, vuelve y lo hace para cumplir los maléficos designios del brujo que lo retorna al mundo de los vivos.

Y, con perdón, pero no puedo dejar de trazar un paralelismo evidente, entre estas historias fantástico-terroríficas y unos hechos que vienen sucediendo últimamente en el mundo real (una definición que cada vez le viene más grande al mismo). Me refiero al retorno de antiguas figuras artísticas al mundo del espectáculo… después de muertas.

Y ha habido ya muchas (aquí están las más sonadas), pero quizás la más (en mi opinión) preocupante fue la de Michael Jackson en los premios Billboard de 2014. Quizás para los bienintencionados no sea más que un homenaje espectacular a un mito (para muchos EL mito) del Pop, pero creo que deja muchas preguntas en el aire… y analogías evidentes con la denostada nigromancia que se describe en las novelas fantásticas (en este segundo libro de EODLD, tiene mucho más peso, por cierto).

Michael Jackson fue un artista controvertido. De todos es sabido que, en un momento concreto de su carrera se “rebeló” contra Sony Music y acabaron partiendo peras. No entraré en detalles que desconozco, pero a grosso modo, la gallina de los huevos de oro decidió que tenía derecho a ser el gallo y a partir de ahí, la relación del cantante/compositor con las discográficas se fue deteriorando hasta llegar a ser insostenible. Posteriormente llegaron las acusaciones de abusos a menores, la caída y en resumen, la “liquidación artística” de Jackson, antesala de un retorno a los escenarios tardío y que acabaría en tragedia con la muerte del mismo. Y aquí finaliza la historia del hombre que fascinó a la humanidad con su música y videoclips pioneros… ¿O tal vez no?.

En la actualidad la tecnología ha substituido a la magia. Todo lo que antes se hacía con “magia”, ahora se realiza de forma mucho más eficiente con ciencia. ¿Acaso no había magia oscura, porque no va a haber “ciencia oscura” pues?. Y si hay algo que parece cosa de auténtica brujería en los días actuales, eso es los efectos digitales (no en vano, vienen de la magia más oscura que existe, la informática, por si no lo sabían).

Así pues, ¿cómo vamos a desaprovechar la oportunidad de retornar a un mito como Michael Jackson?. MEJOR AÚN. Lo retornaremos y no se rebelará contra nosotros, será servil como el robot digital que en realidad hemos concebido. Y la gente lo continuará adorando, no por lo que nosotros, modernos nigromantes, hemos conseguido con nuestra tecnología oscura, sino por lo que fue, lo que se trabajó él en su vida mortal y que ahora nosotros disfrutaremos en su inmortalidad digital.



Y encima, más guapo y eternamente joven, no como las chapuzas esas de los espectros de los antiguos nigromantes, que daban bastante asquito. Si Del-Sabat levantara la cabeza… fundaría una empresa de efectos digitales, no lo duden.