domingo, 5 de mayo de 2019

Imperial Assault: El Topo

Misión IV de la campaña



Comentario de la partida propuesta

Lorn, el historiador especialista en ruinas y artefactos de la Fuerza ha estado investigando la Esfera de Bardottan. Los cuatro mercenarios deben infiltrarse en el antiguo edificio del senado, acceder al despacho del historiador y obtener toda la información posible para tomar la delantera al Imperio.

La partida dura 7 turnos, aunque hay "eventos" que suman turnos así que el tiempo puede llegar a ser muy justo. Además, las reglas contemplan avanzar en modo sigiloso (que no sin violencia). La primera parte de la misión es muy "Metal Gear Solid". También hay un gracioso guiño de humor. Aventura recomendable, que no debería llegar a durar dos horas. Y muy majos los droides centinela.

Valoración de la misión

- Argumento: 14/20 - Otra misión en la que se sigue una pista anterior. Pero no se descubre nada importante. Sin embargo, la parte de infiltración es entretenida. Sobre todo si llevas un par de wookies.
- Dificultad: Media. La aventura no es difícil, pero si falla la infiltración y empiezan los disparos, simplemente no hay tiempo de completarla. Además los droides centinelas son buenos hiriendo jugadores. 
- Claves (cuidado spoiler): puede parecer que no hay demasiados enemigos, pero hay un momento dado en que se produce una emboscada. Ahí se dispara la dificultad y toca correr al máximo.

 El Senado Imperial (antes Senado Galáctico)

Comentario rolero

La idea de interceptar a Zaaryn no ha salido demasiado bien. No desistimos de encontrarle a él y a Maul para saber qué están tramando, pero ahora mismo no sabemos exactamente dónde será su reunión secreta. Como nuestros contratadores (esos rebeldes con dinero a patadas para gastar) no quieren que nos estemos quietos, hemos buscando algo que hacer: vamos a infiltrarnos en el Senado Imperial y robar toda la información que haya reunido el erudito Lorn.

En apenas 48 horas hemos conseguido uniformes de mantenimiento, pases de seguridad y un mapa del senado. Accederemos por una entrada de servicio y fingiremos ir a sustituir los sensores bioclimáticos de una sala de reuniones de la primera planta. Esa misma estancia está conectada a los conductos de ventilación de los subniveles 4 y 5. Casualmente, el despacho de Lorn está allí, en un sector de seguridad reforzada. Sabemos que una vez salte la alarma los ascensores quedarán bloqueados. Eso nos deja solo los conductos de ventilación para abandonar el nivel. No será divertido: me sé de dos wookies que van a estar muy estrechos allí dentro.

Son las 7 de la tarde. Hemos conseguido llegar a la sala de reuniones sin llamar la atención (con Gar y Drok cargando muchas cajas y poniendo cara de esfuerzo). Descender por el conducto de ventilación también ha sido sencillo. Subir no lo será tanto. Desde la rejilla que da a nuestro destino podemos ver una amplia sala llena de computadoras. También hay un par de oficiales tecleando en las terminales, un droide sonda controlando los monitores de seguridad y un droide centinela quieto junto a una pared.

Ko ha repartido los objetivos y hemos entrado en tromba en la sala para que no tuviesen tiempo de activar la alarma: Drok ha disparado a uno de los oficiales y al droide sonda. Uno ha caído y el otro, humeando y soltando chispas, se ha girado hacia nosotros. Gar ha cargado contra el droide centinela y lo ha derribado. Luego se ha tenido que refugiar: ¡había otro droide centinela oculto!. El otro oficial ha empezado a teclear un código pero ha perdido la mano con un certero disparo de Ko. Viendo que la cosa estaba controlada he activado a Amaz y le he pedido que accediese a los sistemas de videovigilancia.

Gar y Drok han liquidado a ambos centinelas en un corto intercambio de disparos, carga y granadas incluidas, sufriendo leves heridas. Y nuestra líder ha dejado los humeantes restos del droide sonda a los pies de uno de los oficiales. 


Escenario de la aventura: el subnivel 5

En ese momento ha empezado mi trabajo: Amaz había anulado los protocolos básicos y yo me he conectado a los sensores. Eso me permitirá desbloquear las puertas del subnivel. Pero primero a espiar el resto del lugar: en la primera sala hay un droide centinela. En la contigua hay un comandante consultando datos en un pad y asistido por un droide sonda. Ninguno ha oído nuestra lucha en la cámara anterior gracias a las paredes reforzadas. Pero en cuanto abramos la puerta los sistemas de seguridad internos detectarán cualquier disparo. Vamos a tener que luchar cuerpo a cuerpo. ¡Ah! también he podido ver el despacho de Lorn: es tan grande que ocupa casi medio subnivel. Está lleno de esculturas, pantallas y sistemas informáticos. También hay un hombre de unos 60 años, delgado y vestido con una túnica. ¡Podremos interrogar al mismísimo sabio!. Después de liquidar a la pareja de antidisturbios que le acompañan, claro.

A una señal de Ko abrimos la puerta e iniciamos la carga: Gar y yo vamos a por el droide centinela. He conseguido inutilizar unos de sus brazos blaster con mi vibrocuchillo y Gar le ha partido una de las piernas de un solo golpe. Completamente desestabilizado, la unidad ha caído al suelo.

Pero las instrucciones no habían sido igual de claras para todos: Drok ha disparado contra el comandante, ahora un montón de carne chamuscada y al oír como le insultaba Ko ha gruñido y cedido el paso a nuestra líder. Ella, viendo como llegaba la patrulla de antidisturbios del despacho, nos ha gritado que ahora lo más urgente era acceder al despacho pues no iban a dejar de llegar refuerzos enemigos.


¿Qué puertas? ¿aquellas de allí?

Sin la limitación de evitar los disparos los dos wookies han diezmado a los antidisturbios a la vez que despiezaban lo que quedaba de los droides. Yo he forzado una de las puertas de acceso al despacho de Lorn y Ko me ha seguido. El sabio estaba dentro.

-  ¡No me disparéis por favor! -ha suplicado mientras señalaba un papel junto a su computadora. ¡Tenía escrita la contraseña de acceso!. De inmediato me ha conectado al sistema mientras oía a los wookies mantener ocupado a un pelotón de soldados de asalto.

Me he descargado todos los archivos, incluidos unos de música y algunas fotos que parecían personales de Lorn. He asentido hacía Ko y nos íbamos a ir cuando el erudito ha caído de rodillas temblando.

- Está bien, lo confieso. Hay archivos ocultos en un módulo de memoria oculto detrás de aquella estatua -ha indicado mientras señalaba una de las figura. Luego nos ha guiñado un ojo y ha susurrado- con mis mejores deseos a Lamia.

Me he quedado tan perplejo que ha sido Ko quien ha tenido que recoger el módulo. Así que Lorn está con los rebeldes. Debe cobrar de los dos bandos: ¡estos burócratas son unos genios!. La jefa, más avispada que yo, le ha tirado al suelo, ha destrozado con un disparo la cabeza de una estatua y ha hecho gestos amenazadores. Las cámaras demostrarán que éramos unos bárbaros y Lorn una pobre víctima.

Despacho de Lorn

Una vez fuera del despacho hemos corrido hacia el punto de entrada: el conducto de ventilación. He podido contar una decena de enemigos caídos entre soldados y droides. Como me alegro de dedicarme a los ordenadores. Por mucho que me deje crecer la barba nunca seré un buen wookie. Ayudados (empujados) por nuestros fuertes compañeros hemos subido por el conducto y una vez en la sala de reuniones nos hemos vuelto a disfrazar. Hemos salido entre todo el personal que evacuaba y nos hemos fundido con el gentío que observaba asombrado como llegaban más vehículos imperiales y varios cientos de soldados entraban en el Senado.

Al llegar a la base me he dedicado a revisar la información obtenida. Es masiva, confusa y casi ininteligible para alguien sin estudios avanzados en arqueología, lenguas antiguas e historia. Se lo he dicho a Ko que ha resoplado indignada.

- La próxima vez que necesitemos extraer información llevaremos un saco y nos traeremos al científico de turno-. Ambos wookies han asentido.