lunes, 25 de noviembre de 2019

Imperial Assault: En un rincón

Misión XI de la campaña



Comentario de la partida propuesta

Después de rescatar a Lorn nos ha pasado los datos de algunos de sus informadores. Hemos contactado con un grupo de "agentes libres" y nos reunimos con ellos en una cantina. Esta vez, una alejada de cualquier base imperial. Pero ninguna precaución es suficiente: nos interrumpe una patrulla de soldados imperiales y toca correr de nuevo.

La partida dura 7 turnos y es una auténtica carrera desenfrenada. Hay que conseguir llegar al deslizador mientras esquivamos las patrullas. Aventura estresante, donde la movilidad es fundamental y hay numerosos obstáculos.

Valoración de la misión

- Argumento: 11/20 - La misión nos envía a recoger más información sobre la Esfera de Bardottan. Pero al final lo único que se consiguen son disgustos. No es demasiado relevante dentro de la campaña.
- Dificultad: alta. Hay que avanzar continuamente mientras van llegando enemigos. No es posible detenerse a limpiar demasiado. Además, los personajes se desorientan y en el mapa no consta el punto de salida. Hay que ir probando.
- Claves (cuidado spoiler): en el tablero hay 2 direcciones posibles. No hay una buena y una mala. El punto de salida solo aparece después de explorar todo el mapa.

Mapa por fases: cuando al master necesita estudios universitarios

Comentario rolero

Sentado detrás de una taza de té, Lorn demuestra ser una gran conversador. Nos explica algunas de las excavaciones en que ha participado. También nos habla de sus conquistas y de cómo se vio atrapado en el bando imperial cuando cayó la República. Pero un hombre de sus recursos no podía dejar de aprovechar la oportunidad de infiltrarse en el Imperio para ayudar a los rebeldes.

Al día siguiente de la primera reunión del sabio con Lamia Dodonna ya nos encargan un nuevo trabajo. Un pareja de conocidos de Lorn descubrieron una pista sobre la Esfera de Bardottan. Siendo algo tan reciente e importante, hay que contactar con ellos. ¡Partimos de inmediato!.

Hemos aterrizado en una zona llena de almacenes de sospechoso aspecto. Allí nos espera un ruinoso droide que al recibir la tarjeta de identidad de Lorn se da media vuelta y nos dirige a la cantina donde nos esperan sus amos. Gar protesta porque no quiere dejar el deslizador solo en un lugar así, pero estaremos fuera menos de una hora. Como mucho nos robaran las luces o los asientos. ¡Si por el fuese incluso lo tendríamos asegurado!.


Al entrar en el local nos estaban esperando Marhuden y Lecty en una esquina. Ko ha carraspeado decepcionada. No tienen aspecto de espías ni de profesionales. De hecho se les ve bastante nerviosos. Vale, acepto que dos wookies juntos impresionan. Pero ya estaban avisados de nuestra llegada. Pedimos todos cervezas agáricas y nos disponemos a escuchar a nuestros interlocutores.

- Debéis saber -nos indica Lecty sin dejar de mirar alrededor- que la Esfera ya no existe. Fue destruida mientras estaba en poder del Consejo Jedi. No sabemos por qué y tampoco debió ser importante. Sus restos fueron profusamente examinados y...

Se abre la puerta de la cantina y entra una patrulla de soldados imperiales. Apenas dudan un segundo y nos señalan. ¡Algo ha fallado!.

-Los sentimos amigos -se excusa Marhuden mientras huye-. Dijeron que matarían a nuestras familias si no os traíamos a este lugar.

Haber sido traicionado siempre me mosquea. Me ha pasado siete veces ya (sin contar engaños entre mercenarios, en casinos o relacionados con aventuras amorosas). Pero no he tenido tiempo de protestar antes que Drok se levante y barra la entrada del local con su lanzagranadas. Una de sus granadas desmiembra a unos de los soldados y derriba a otro. El oficial ha dejado caer su arma y tiene el uniforme manchado de sangre. Son apenas dos segundos de pausa, pero eso le basta al wookie para recargar su arma y lanzar otra granada. Solo uno de los soldados sigue armado. El resto del grupo se ha jubilado definitivamente.

-Si nos han hecho venir a este antro -expone nuestra líder mientras aprieta los dientes con fuerza- deben tener todas las salidas cubiertas. No tenemos tiempo para eso. ¡Gar! ¡Jar!: id hacia la izquierda. Buscad puertas atascadas, ventanales a calles amplias, lo que sea. ¡Drok!, ven conmigo, miraremos por el otro lado.

Tengo que reconocer que separarnos es una buena idea: exploraremos una área mayor y también impediremos que las fuerzas imperiales se concentren. Eso sin contar que no estaré cerca de las granadas de Drok. Lleva más él en su bolsa que toda una compañía de imperiales.


He abierto camino por nuestro lado hasta el primer comedor donde había dos soldados antidisturbios. Apenas he tenido tiempo de activar a Amaz para que me ayudase a liquidarlos cuando mi compañero wookie ha cargado contra ellos. 

Al primer enemigo el escudo no le ha servido de nada. Si el hachazo no lo ha desmembrado ha sido gracias el escudo. Pero lo que ha quedado debajo del escudo después del golpe ya no se movía.

El segundo antidisturbios ha retrocedido pero los disparos de Amaz lo han entretenido suficiente. Gar ha recuperado el equilibrio y se ha colocado detrás del enemigo que ya descansa en paz. En ese momento llegaba otra patrulla de antidisturbios pero al ver el espectáculo han retrocedido.

En el lado opuesto nuestros compañeros han encontrado unos rivales más serios. Apenas han entrado en la siguiente sala que les ha salido al encuentro un trío de soldados imperiales. ¡Un comando de élite nada menos!. Todos con su enseña negra en la armadura.

Ha habido un duro intercambio de disparos entre los dos bandos. La rápida reacción de Ko ha impedido que nuestro cuarteto se convirtiese en un trío, sin embargo apenas ha podido evitar una herida en la pierna y quemaduras en la espalda. Drok ha tenido más tiempo y apuntando con exactitud ha acabado con uno de los soldados. Cada uno parapetado detrás de una mesa, varias cajas o incluso de un cubo de basura el intercambio de disparos ha proseguido. La pericia de los imperiales se notaba en lo bien que se protegían y la certeza de sus disparos. Aún así, la excepcional puntaría de nuestra líder y una granada del wookie ha inclinado la balanza hacia nuestro lado. El precio: Ko herida y Drok chamuscado.

Cada grupo ha seguido avanzando los más rápido posible mientras se oían alarmas, apresuradas carreras y la gente se tiraba al suelo temblando al borde del pánico. Luchar en estas circunstancias ha sido muy desagradable. Había que disparar con cuidado de no herir inocentes y sabiendo que cualquier patrulla podía aparecer a nuestras espaldas.

Hago ¡Chas! y aparezco detrás

Los dos antidisturbios que han retrocedido ante la visión de Gar y sus cargas han dejado de huir al incorporarse un oficial (también de élite, con insignias, condecoraciones y mucha sangre fría) a su grupo. He avanzado recibiendo disparos y con Amaz intentando apoyarme. La distracción ha funcionado y Gar ha conseguido llegar íleso hasta ellos. ¡Otro punto para la rebelión por muerte de un enemigo!. El segundo antidisturbios ha seguido huyendo e incluso el oficial ha dudado.

Con el enemigo distraido, he avanzado para encontrarme que el pasillo desembocaba en una callejón sin salida. ¡Por aquí no podemos salir!. Confiando en que Ko y Gar hubiesen tenido más suerte, he avisado a mi compañero y he salido a la carrera hacía nuestros amigos. Refunfuñando, Gar me ha seguido. El oficial, sorprendido por su buena suerte, ha dudado unos segundos. Cuando ha empezado a seguirnos Amaz lo ha interceptado. Mi fiel robot apenas ha aguantado unos momentos antes de caer, pero ya teníamos ventaja suficiente.

En el otro extremo del local las cosas han pasado de complicadas a endiabladas y luego a imposibles. Drok ha encontrado una salida al exterior sin soldados imperiales. Ni uno. En su lugar, había un inmenso AT-DP y dándole instrucciones el mismísimo Darth Vader. Aquí se ha acabado el actuar como grupo. ¡Había que huir cómo fuese!.

Cuando Drok ha querido retroceder hacia Ko, ha aparecido detrás una patrulla de soldados de asalto. Atrapados entre dos fuegos, se ha desatado la locura. Nuestra jefa ha conseguido eliminar a uno de los enemigos, pero la turbadora figura del Lord Sith ha llegado hasta ellos y con un brutal mandoble los ha dejado a ambos malheridos. Ko ha intentado pasar entre las piernas del AT-DP para llegar al deslizador, más un disparo del bípedo imperial se lo ha impedido. Unos pasos por detrás, Drok centraba todos su esfuerzos en evitar se partido por la mitad por Darth Vader. Algunas heridas en hombros y brazos han ido apareciendo. En un momento dado el Sith ha alzado su mano y el wookie ha salido despedido contra una pared.

A pesar de correr con todas nuestras fuerzas, cuando hemos llegado a su lado había poco que hacer. Ko y Drok estaban en el suelo, gravemente heridos y desarmados. Gar ha cargado contra Vader pero el AT-DP le ha disparado y lo ha lanzado volando por la sala. El wookie se ha levantado para intentarlo de nuevo a pesar de estar sangrando profusamente, más otra patrulla de soldados de asalto ha llegado y no ha podido avanzar en absoluto sin perder la cabeza en el intento.

No he visto otra solución y me he lanzado a correr entre los enemigos en dirección a la lanzadera. Me movía tan rápido que mis rivales me parecían simples fantasmas. No recuerdo exactamente que ha pasado. Según Ko, he esquivado a media docena de soldados, al mismísimo Vader y al AT-DP. He conseguido llegar hasta el deslizador justo a tiempo de encontrarme con dos droides sonda.  Los soldados me han seguido corriendo y los proyectiles del inmenso bípedo han destruido el deslizador, ahora una humeante chatarra. El fuego se ha extendido por la plataforma y he conseguido escabullirme entre el humo y los aturdidos enemigos.

Minutos después he llegado a un punto de extracción que habíamos acordado previamente. Allí estaba Gar atendiendo las heridas de Ko. Mientras todo el mundo me disparaba han aprovechado para retroceder un poco y con el llamativo estallido del deslizador nadie se ha fijado en los explosivos que Drok ha hecho detonar contra una pared. Por allí han huido los tres. Aunque Drok se ha rezagado para colocar algunos explosivos por si nos seguían. Ahora a explicarle a Lorn que posiblemente ya no tiene contactos en Coruscant. ¡Que dolor!. Ni armaduras ni entrenamiento en evasión: lo que necesito son unas vacaciones.






1 comentario:

  1. Drok, somos tus voces otra vez. Se te van a caducar las granadas, peluche. ¡Como puedes estar tres turnos sin disparar como mínimo 5 veces!. Nos decepcionas.

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